¿Por qué los cafés se catan, se clasifican y tienen diferentes precios en el mercado?

 Una frase común que solemos escuchar es que el precio no define calidad.  Y nada más cierto que eso.  El precio de un producto se establece de acuerdo con el costo de este, el reconocimiento de una marca, el mercado al que se dirige, entre muchos otros factores.  Sin embargo, es importante reconocer que cuando un producto es de extrema calidad y ha pasado por estrictos controles de procesamiento, es indudable que el precio siempre será mucho mayor.

¿Pero, porqué se clasifican los cafés? Tenemos claro que una finca, por mejores condiciones que tenga, nunca producirá un 100% de calidad.  Siempre hay granos que vienen con defectos, o que en el manejo y el procesamiento, no reflejaron lo mejor.  Es aquí, cuando se comienza un proceso de clasificación desde el beneficiado.  La verdad es que pudiéramos mencionar muchos procesos, pero al menos quisiera mencionar, que un beneficiado que tenga los equipos para clasificar defectos e imperfecciones, ya comienza bien.  Luego, como ya les he mencionado anteriormente, podemos tener equipos que clasifican y perfeccionen aún más ese café.  Clasificar por tamaño, por densidad y hasta por color, garantiza una uniformidad en la taza y en las coladas, que sin duda, hará una experiencia mucho mas agradable en aromas y en sabor.

Es entonces donde hablamos de la catación del café… un proceso riguroso y disciplinado, que pretende, a través de diferentes protocolos, evaluar un café en diferentes aspectos.  Se mide su fragancia, su aroma, acidez, sabor, cuerpo, uniformidad, entre muchos otros aspectos.

Es bajo todas estas circunstancias, que un café logra llegar a los estándares más altos de calidad.  Para que un café sea catalogado especial, debe obtener en el resultado de su evaluación, 80 puntos o más y debe ser certificado por un experto en la materia.

Es por esta razón, que un café que haya logrado todos estos atributos y estándares definitivamente tendrá un valor o un precio mayor en el mercado.

Sin duda, existe de todo y para el gusto los sabores y los diferentes presupuestos.  Siempre digo que el mejor café siempre va a ser el que te guste, pero hay que reconocer que existen cafés muy buenos y que se hacen inversiones de equipos que logran reflejar lo mejor del fruto  y definitivamente tenemos que aprender a darle valor y a pagar lo que se merece por calidad y esfuerzo.