Atención a los detalles y a la experiencia de la taza de café…

Atención a los detalles y a la experiencia de la taza de café…

Si nos detenemos a pensar en aquellos momentos en los que aprendimos a beber café y cómo era el escenario alrededor de aquellas tazas que compartíamos con familiares y amigos, seguramente todos los recuerdos son gratos y nos llenan de nostalgia.  Es por esta razón, que el abrir una barra de café requiere de un ambiente bonito y acogedor, pero sobre todo, requiere especial atención al servicio al cliente y a los detalles.

A veces pensamos, que es suficiente tener un espacio moderno, con equipos que llamen la atención y una buena música.  Y sí, quizás este tipo de detalle puede ayudarte a hacer tu espacio o barra de café una atractiva, sin embargo, no hay forma que se complete esa experiencia grata que todos buscamos en la taza, si no prestamos atención a nuestro servicio.  Un saludo caluroso, sobre todo en esas mañanas que necesitamos el empuje para comenzar el día.  Alguien que proclame nuestro nombre y sepa como me gusta el café, así como lo hacían nuestros parientes.  Un lugar que nos inunde con el aroma de café y no con olores extraños.

Queremos continuar con la tradición de lo placentero que ha sido tomar café… Se invita a un café para conversar y hasta por agradecimiento. ¡Nada más hermoso que eso!

¡¡Así que presta especial atención a los detalles!!

¡A la limpieza! Generalmente trabajamos frente a los clientes y se ve todo lo que hacemos y todo lo que nos rodea. Presta atención a tu equipo. Mantenlo en óptimas condiciones, para que siempre puedas servir una taza de calidad.  Presta atención a cada taza que sale, pregúntate si la misma refleja dedicación y pasión por el trabajo que realizas.  Y, sobre todo, no olvides los detalles del negocio.  Ese negocio que todos los días te pide atención: un cambio de bombilla fundida, una silla que se rompió, una pared que se ensució, las flores que pusiste que no duraron una semana… todos los días el negocio te pide atención.  Y si lo descuidas, la experiencia de la taza será agradable solo los primeros días o meses. Ya después, solo será un lugar mas de beber café o quizás ni exista. 

Como digo en mi libro “Te invito a una taza”, hay que invertir en equipos y en personal que nos aseguren esa grata experiencia constantemente. Tenemos que estar bien consientes del tipo de negocio que queremos y cómo nos vemos a corto, mediano y largo plazo. Si deseas una barra de café como pasadía, pues no necesitas el mayor de los esfuerzos.  Pero si lo ves como un largo viaje, nunca dejes de prestar atención al buen servicio y a los detalles de tu negocio.

 

#teinvitoaunataza

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